Habia una vez una tartita muy presumida que pasaba los dias barriendo su casita, un dia encontró una moneda y con ella se compró el adorno más bonito que vió. Desde ese dia todo el que pasaba se queria quedar con ella, pero la tartita con nadie se queria ir y es que solo quería ser de un niño o de una niña, daba igual su edad, pero alguien cuyo sueño ella pudiese hacer realidad.
jueves, 9 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
ejem...el modelado te ha salido perfecto!! esos jugadores musculosos, esas porterias!!! jajaj
besitos...joo cuantas tartas hija no paras!!!!
Publicar un comentario