Estos cup cakes los he hecho por encargo para darlos de recuerdo en un bautizo. Están hechos de pasta laminada y la decoración también lleva glasa real que desde que la descubrí no puedo dejar de usarla.
Habia una vez una tartita muy presumida que pasaba los dias barriendo su casita, un dia encontró una moneda y con ella se compró el adorno más bonito que vió. Desde ese dia todo el que pasaba se queria quedar con ella, pero la tartita con nadie se queria ir y es que solo quería ser de un niño o de una niña, daba igual su edad, pero alguien cuyo sueño ella pudiese hacer realidad.
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