Habia una vez una tartita muy presumida que pasaba los dias barriendo su casita, un dia encontró una moneda y con ella se compró el adorno más bonito que vió. Desde ese dia todo el que pasaba se queria quedar con ella, pero la tartita con nadie se queria ir y es que solo quería ser de un niño o de una niña, daba igual su edad, pero alguien cuyo sueño ella pudiese hacer realidad.
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2 comentarios:
pues es preciosa, y me gusta mas que la del niño jaja perdon pero es que lo del rosa queda perfecto!!! un abrazo
luego te pasara las tarifas del balneario de Archena que veo que te va hacer falta...
Que bonita!!! super tierna, seguro que fue un exito en el bautizo. besos!!
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